Kannabia Seed Company sells its customers hobby (collection) seeds for personal use. Its germination and cultivation is prohibited. The buyer undertakes to consult the legislation in force in his country of residence to avoid incurring in the performance of an illegal activity.
El yoga ha cambiado la vida de mucha gente. En estos momentos de hacerlo todo rápido, de pasar casi la totalidad de la semana trabajando, de no disponer de tiempo para nosotros mismos y de experimentar estrés constantemente, disciplinas mentales y físicas como esta son revolucionarias. Imagina que sumas a tu práctica diaria un poco de cannabis y te encontrarás ante el ganja yoga.
Dice Dee Dussault en su página web que la primera vez que dio una clase de Ganja Yoga en su sala de Toronto no se presentó nadie, ni una sola persona. Pero esta pionera en la práctica pública y enseñanza de Ganja Yoga no se dio por vencida porque para ella había sido poderoso y muy curativo descubrir que el yoga mejoraba con la planta. “¿Fui yo la única que había descubierto que el cannabis calmaba mi mente, suavizaba mi tensión muscular y hacía que el flujo de sensaciones se extendiera por mi cuerpo de una manera mucho más deliciosa?”, leemos en su web.
De Toronto a EE.UU
Aunque para nosotros en occidente sea algo nuevo, en otros países han usado el cannabis como medicina durante miles de años. Parece que cuando Dee Dussault empezó en 2009 no había ningún otro lugar en el mundo de habla inglesa que publicitara clases de yoga mejoradas con cannabis. Después se presentaron algunos estudiantes, que volvieron a las siguientes sesiones y se lo contaron a sus amigos. Así, con el boca a boca, la forma más antigua de marketing, su grupo se fue haciendo más grande.
Han pasado nueve años desde entonces. Ahora el grupo de Toronto, que comenzó en 2009, se ha consolidado. Y esta práctica se ha extendido a más lugares, como San Francisco, lugar al que Dee Dussault se mudó en 2013. Los «ganja yoguis» y las «ganja yoguinis» de Dee se caracterizan por su diversidad en cuanto a género, orientación sexual, etnia y edad.
Reconectando con nuestro cuerpo
Para comenzar la experiencia de yoga con cannabis hay que consumir menos cantidad de la habitual en las primeras clases. Dee también recuerda que cada persona experimenta sensaciones distintas con la planta.
“El ganja yoga debe ser lento y consciente. En nuestra clase los alumnos tienen los ojos cerrados la mayor parte del tiempo porque se trata de relajarse de manera introvertida”.
Relajarse es revolucionario
En un mundo donde se nos quiere produciendo para un sistema capitalista las 24 horas del día, conectar con nosotros mismos a veces es muy complicado y resulta revolucionario. Por eso Dee nos recuerda qué es lo realmente importante.
“Nuestro tiempo en la tierra es muy corto y muy preciado y sustancias enteógenas que alteran la mente como el cannabis hacen que sea mucho más gratificante, casi como recuperar esta idea de que relajarse es hacer activismo”.
El cannabis que consumen es gratis, ya que la Proposición 64 de California permite que regalar hasta una onza de hierba (unos 28 gramos) sea legal. Las clases valen 25 dólares (un poco más de 21 euros). Los alumnos necesitan su tarjeta médica para participar en las clases. Antes de cada clase de yoga comparten media hora de charla, donde fuman juntos.
“Una práctica extremadamente relajante que incorpora un sentido de comunidad y de consciencia del cuerpo que nunca he experimentado en todos mis años como yogui, Además, ¡nunca he dormido tan bien”, Michael, un alumno de estas clases.
Beneficios por duplicado
Muchos son los beneficios que el yoga puede aportar a nuestra vida: aliviar el estrés, la depresión, la hipertensión, el dolor de espalda, el asma, los trastornos del estómago, mejorar nuestro sueño. Incluso puede ayudarnos a perder peso, hacer que ganemos flexibilidad o aumentar nuestro sistema inmunológico a nivel genético, según un estudio noruego. El cannabis incrementa la capacidad para meditar. Tanto el yoga como el cannabis son antiinflamatorios y paliativos del dolor. Así que, parece que combinados pueden aumentar sus propiedades.
Dee Dussault ha escrito también el libro Ganja Yoga (Harper Collins, 2017), donde explica que rescata esta práctica antigua y la hace mainstream.
“Ganja Yoga no es solo mezclar cannabis y ejercicio, es una ceremonia que hace de la relajación consciente un ritual intencional, que se puede mejorar con la práctica. Un estilo de vida para ayudarte a crear un mundo más armonioso y libre de estrés”.
Esta monitora de hatha yoga, ganja yoga y tantra, entre otras prácticas, aconseja asistir primero a una clase, antes de practicarlo por nosotros mismos, para evitar lesiones. También aconseja organizar sesiones en casa con amigos y que una persona del grupo sea la encargada de liderar la sesión y dar las indicaciones, para que no se descontrole y se convierta en una clase de personas riéndose y fumando.