10 cosas que no son cannabis pero huelen mucho a marihuana
Cuando se trata del olor de la marihuana, las cosas no siempre son lo que parecen. Si pasas por el jardín de alguien y sientes un fuerte aroma a hierba sin ver plantas de cannabis…
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Todos hemos oído sobre métodos y trucos para engordar el tamaño de los cogollos, desde estresar la planta de formas sibilinas, hasta recurrir al uso de ‘boosters’ de floración. Pero no importa lo que te digan: el cultivo de marihuana para conseguir cogollos grandes es una habilidad difícil de aprender y se necesita tiempo y paciencia para dominarla. ¡Pero con estos consejos lo tendrás mucho más fácil!
Si te tomas en serio el cultivo de marihuana, intentar que las plantas produzcan los mayores cogollos debería ser tu máxima prioridad. ¿Y por qué no? Los cogollos grandes son señal de una cosecha exitosa. Además, tienen un perfil de terpenos/cannabinoides más rico y un mayor atractivo visual.
Pero es poco probable que produzcas cogollos monstruosos en el primer intento, así que no te presiones demasiado para lograrlo. Por eso, más allá de trucos sacados de Internet y mitos de dudosa efectividad, déjate guiar por estos consejos que la mayoría de cultivadores experimentados consideran los más adecuados para obtener cogollos como puños.
La luz es el factor más importante a la hora de engordar tus cogollos, pues permite a la planta producir energía y azúcares a través de la fotosíntesis, lo que eventualmente ayuda a que desarrolle flores más grandes. En el pasado, los cultivadores usaban luces de hasta 1000 W por metro cuadrado para obtener los mejores resultados. En estos días, el voltaje ya no importa tanto, gracias a la llegada de las luces LED. En cualquier caso, todo lo que puedas hacer para obtener una iluminación más intensa en los brotes de floración tenderá a aumentar sus rendimientos.
Esto es, en pocas palabras, el color de la luz que producen las lámparas. La luz verde a azul, que va de 490 a 570 nm, ayuda a que la planta crezca al mejorar la absorción de agua. Por otro lado, la luz amarilla, que oscila entre 570 y 585 nm, favorece que la planta crezca alta y comience a desarrollar cogollos. Y la luz roja, que oscila entre 520 y 720 nm, aumenta la producción de resina y el tamaño de los cogollos. Y no todos los tipos de luces de cultivo producen el mismo color de luz. Si tu objetivo es engordar tus cogollos, deberías tratar de apegarte a la luz que está más en el espectro rojo.
Del mismo modo, el siguiente aspecto más importante para cultivar cogollos más gruesos es el flujo de aire. Esto se debe a que el cannabis ha evolucionado para ser polinizado por el viento y está diseñado para dirigir la energía a los brotes donde hay luz y flujo de aire óptimos. Puedes usar esta característica a tu favor: todo lo que tienes que hacer es maximizar la ventilación en la sala de cultivo. Al permitir más flujo de aire, estás alentando a la planta a dirigir más energía a los cogollos, haciéndolos más grandes y gordos.
Las plantas de cannabis también necesitan CO2 para producir energía a partir de la luz a través de la fotosíntesis. Con luces de crecimiento de baja potencia (como CFL, T5 o LED pequeños), la planta puede «digerir» toda la luz a niveles naturales de CO2. Pero con luces más potentes (especialmente HPS), los niveles de CO2 pueden caer lo suficiente como para limitar la fotosíntesis. En otras palabras, parte de la luz se desperdicia. En ese caso, el CO2 adicional ayuda a las plantas a producir más energía con la misma cantidad de luz, lo que da como resultado un crecimiento más rápido y cogollos más grandes.
Es muy importante recordar que, mientras que el resto de la planta utiliza dióxido de carbono para la fotosíntesis, las raíces absorben oxígeno. Cuando se usan macetas, las mejores son aquellas que son más transpirables o permeables al aire, para que el oxígeno pueda acceder fácilmente a la zona de la raíz. Si usas macetas de tela, las raíces buscan humedad y nutrientes disponibles, se encontrarán con la pared de tela por la que pasará el aire y, una vez que la punta de la raíz se encuentra con la bolsa de aire, se girará sobre sí misma y creará dos puntas de raíz. Más raíces y más aireadas = cogollos más grandes.
El cannabis crece naturalmente en forma de árbol de Navidad, con varias ramas laterales y una cola principal dominante que suele producir los cogollos más grandes, ya que está mejor expuesta a la luz y al aire. El entrenamiento es un proceso por el que fuerzas a las plantas para que crezcan más anchas y planas en lugar de que se vuelvan altas y delgadas, por lo que las ramas laterales reciben tanta luz y exposición al aire como la cola principal. Sugerimos investigar el LST, el SCROG, el ‘super cropping’, el ‘fimming’, el ‘lolly popping’ o el ‘mainlining’.
El uso de hongos micorrízicos es una forma natural y eficaz de mejorar la vitalidad de tus plantas, ya que forman una relación simbiótica con las raíces, lo que les permite acceder a nutrientes y agua de manera más eficiente. Esta relación también potencia el sistema inmunológico de la planta, haciéndola más resistente a plagas y enfermedades. Puedes agregar hongos micorrízicos al sustrato o a la mezcla de nutrientes al comienzo del ciclo de crecimiento, o puedes aplicarlos directamente a las raíces durante el trasplante.
Si bien puede parecer una mala idea, durante las últimas dos semanas del ciclo de floración, en realidad, puede ser beneficioso dejar que el cuarto de cultivo se enfríe entre 10 ºC y 15 ºC por la noche. Una secuencia de días cálidos (luces encendidas) y noches frescas (luces apagadas) hacia el final de la floración imita el ciclo de vida natural del cannabis, ya que muchas genéticas florecen naturalmente en los meses más fríos. Estas temperaturas más frías estimulan el sistema metabólico de las plantas, lo que da como resultado una mayor producción de resina y cogollos más compactos.
El estrés por sequía es otro método que se usa comúnmente para fomentar tasas de crecimiento de cogollos. Si se aplica correctamente, simular una sequía hace que las plantas reaccionen aumentando las tasas de crecimiento de las raíces mientras se preparan para la escasez de suministro y, al mismo tiempo, se aumenta los niveles de oxígeno disponible. Estudios han demostrado un incremento sustancial en la producción de cannabinoides como el thc o el CBD sometiendo a las plantas a condiciones de estrés hídrico controlado, del 12 % y 13 % respectivamente, lo que resulta significativo.
Por último, recuerda que cortar la planta demasiado pronto puede mandar al traste meses de trabajo; por lo tanto, es esencial ser paciente. Los cogollos de cannabis pueden aumentar de tamaño hasta un 25 % en las últimas dos o tres semanas. Usa una lupa para examinar los tricomas de la planta: si aún son claros y transparentes, entonces es demasiado pronto. Si han comenzado a ponerse de color blanco lechoso o turbio, entonces el THC que contienen es potente y los cogollos están listos para la cosecha.
Si bien todos los consejos anteriores ayudarán a aumentar tus rendimientos con cualquier variedad de marihuana, la genética también juega un papel fundamental. Las cepas disponibles en la actualidad obtienen producciones mucho más altas y son mucho más potentes que las cepas que existían incluso hace una década. Por tanto, comprar genéticas de marihuana de calidad como las de Kannabia puede ser una de las formas más sencillas de aumentar el tamaño de tus cogollos, así como su potencia y olor.