10 cosas que no son cannabis pero huelen mucho a marihuana
Cuando se trata del olor de la marihuana, las cosas no siempre son lo que parecen. Si pasas por el jardín de alguien y sientes un fuerte aroma a hierba sin ver plantas de cannabis…
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Irse de vacaciones es una necesidad para muchos, pero puede convertirse en un reto si tienes un cultivo de marihuana que necesita cuidados constantes. A continuación, te presentamos una guía detallada sobre las diez tareas esenciales que debes realizar para asegurarte de que tus plantas se mantengan saludables y productivas en tu ausencia.
Antes de salir, realiza una poda o defoliación de mantenimiento para reducir la demanda de agua y nutrientes. Elimina las hojas de abanico más grandes y más bajas que no contribuyen significativamente a la fotosíntesis, lo que no solo reducirá la necesidad de riego, sino que también mejorará la circulación del aire, disminuyendo el riesgo de enfermedades y haciendo que las plantas sean más autosuficientes en tu ausencia. Asegúrate de realizar estas podas con antelación para permitir que las plantas se recuperen adecuadamente antes de tu partida, garantizando así un crecimiento vigoroso cuando no estés.
Si cultivas en interior, asegúrate de que tus luces estén programadas correctamente. Usa temporizadores de buena calidad para mantener un ciclo de luz consistente, especialmente si tienes plantas en la fase vegetativa (16/8) o en floración (12/12), para garantizar que se mantengan sin interrupciones.
Las luces deben estar a una distancia adecuada de las plantas para evitar quemaduras, pero lo suficientemente cerca como para proporcionarles una iluminación eficaz. Una buena regla general es mantener las luces LED a un mínimo de 30-45 cm de distancia de la parte superior del dosel y las luces HID a unos 60 cm, aunque esto puede variar según el tipo y la potencia de las lámparas. Además, asegúrate de que no haya fugas de luz durante los periodos de oscuridad, sobre todo si estás en periodo de floración.
Para mayor tranquilidad, puedes instalar sistemas de monitorización remota que te permitan controlar las condiciones de tu cultivo desde cualquier lugar, lo que te permite ajustar los parámetros necesarios en tiempo real para que puedas intervenir rápidamente si surge algún problema.
Implementar un sistema de riego automático es una de las mejores formas de garantizar que tus plantas reciban agua regularmente. Puedes optar por:
Independientemente del sistema de riego que elijas, es crucial realizar pruebas antes de partir para asegurarte de que todo funcione correctamente. Observa cómo responden tus plantas al sistema durante unos días y ajusta los temporizadores o las configuraciones según sea necesario. Además, controla que el suministro de agua sea adecuado para todo el periodo de tu ausencia.
Para aquellos que tienen un presupuesto limitado y necesitan una solución a corto plazo, también existen varias opciones que no requieren electricidad o pilas. Si vas a ausentarte por más de una semana, considera estos métodos:
Antes de partir, asegúrate de que los niveles de nutrientes en tu solución de riego estén equilibrados para evitar deficiencias nutricionales. Si vas a estar fuera por un periodo prolongado, considera el uso de fertilizantes de liberación lenta que proporcionen nutrientes de manera gradual durante varias semanas. Utiliza un medidor digital para comprobar el pH de tu solución nutritiva y del sustrato.
Si estás utilizando un sistema de riego automático, llena los depósitos de agua con suficiente solución nutritiva para todo el periodo de tu ausencia. Deben estar bien sellados para evitar la evaporación y la contaminación; y añade una tapa opaca o cubre el depósito con una manta oscura para evitar la proliferación de algas, que pueden bloquear los sistemas de riego. Incluso considera instalar un sensor de nivel de agua que te alerte si el nivel de agua en el tanque baja demasiado y que pueden enviar notificaciones a tu dispositivo móvil.
Realiza una inspección exhaustiva de tus plantas para detectar cualquier signo de plagas antes de irte. Busca manchas, decoloración, agujeros en las hojas o la presencia de insectos pequeños. Aplica tratamientos preventivos a base de insecticidas naturales o aceite de neem para proteger tus plantas de insectos comunes como áfidos y arañas rojas.
Y sobre todo mantén la limpieza del área de cultivo, retirando las hojas muertas y otros desechos vegetales que puedan atraer insectos. Además, asegúrate de que no haya fuentes de agua estancada cerca del área de cultivo, ya que esto puede atraer mosquitos y otras plagas.
En exterior, utiliza mallas o redes finas alrededor de tus plantas para protegerlas de insectos voladores y trepadores. Otra estrategia efectiva es el uso de trampas adhesivas amarillas y azules que atraen a los insectos alados. Si tus plantas están en macetas, incluso considera la posibilidad de colocar una capa de tierra de diatomeas en la superficie del sustrato, un insecticida natural que mata a los insectos al deshidratarlos.
Antes de irte de vacaciones, realiza una revisión exhaustiva de la infraestructura de tu cultivo para asegurar que todo funcione correctamente. Verifica que las luces estén iluminando bien, sin parpadeos; y que los temporizadores estén configurados correctamente para mantener los ciclos de luz adecuados. Asegúrate de que el sistema de riego no tenga fugas y realiza una última prueba de funcionamiento para confirmar que el riego se activa y desactiva según lo programado.
Comprueba los sistemas de control de temperatura y humedad, incluyendo aires acondicionados, calefactores, humidificadores, deshumidificadores, ventiladores y extractores, para que mantengan las condiciones ambientales óptimas. Revisa los cables y enchufes para evitar riesgos de incendio y utiliza protectores de sobretensión. Si tienes sensores y sistemas de monitorización, asegúrate de que estén calibrados y funcionando correctamente; y prueba los sistemas de alarma para recibir alertas en tiempo real.
Si cultivas en exterior, refuerza las medidas de seguridad para proteger tus plantas de los intrusos. Usa cercas, vallas y otros métodos disuasorios contra animales, asegurándote de que estén bien fijadas al suelo. También utiliza tutores o mallas de enrejado para proteger las plantas de las inclemencias adversas, como las tormentas de verano, Además, puedes instalar cámaras de vigilancia, con visión nocturna y detección de movimiento, para una mayor eficacia. Incluso puedes usar sensores de movimiento y alarmas en el perímetro de tu área de cultivo.
Si es posible, pide a un amigo, familiar o vecino de confianza que revise tu cultivo periódicamente. Proporciónales una lista detallada de tareas y asegúrate de que comprendan la importancia de cada una. Esta persona puede ser crucial para resolver cualquier problema inesperado que surja, por eso el primer paso es seleccionar a alguien en quien confíes y que tenga al menos un interés básico en el cultivo de plantas. Es ideal si esta persona ya tiene experiencia con el cultivo de cannabis o jardinería en general, pero no es necesario: la disposición para aprender y seguir instrucciones es más importante.
Deben entender la importancia de inspeccionar las plantas regularmente para detectar signos de estrés, enfermedades o deficiencias de nutrientes. Explícale qué buscar y cómo actuar en caso de encontrar algún problema. Además, deja todos los suministros necesarios a mano y bien etiquetados, lo que incluye nutrientes, pesticidas, herramientas de poda, medidores de pH o cualquier otro equipo relevante. Todo debe estar bien organizado y fácil de encontrar.
Por último, considera la fase en la que se encuentran tus plantas antes de planificar tus días de asueto. Si es posible, programa tus vacaciones durante una etapa menos crítica del ciclo de crecimiento. Por ejemplo, las fases iniciales de la fase vegetativa suelen ser más manejables que la floración o la maduración.
Como puedes observar, preparar tu cultivo de cannabis antes de irte de vacaciones requiere planificación y atención a los detalles. Al implementar estos 10 pasos, puedes disfrutar de tu descanso sabiendo que tus plantas están bien cuidadas y en camino a una cosecha exitosa. ¡Felices vacaciones y buen cultivo!